Las líneas del tiempo son como una "fotografía" rápida de los momentos clave de la historia. Al resumir las fechas y personajes más importantes, permiten:
Destacar lo esencial: En lugar de perderse en detalles, puedes identificar rápidamente los eventos más relevantes y quiénes fueron los protagonistas.
Simplificar el estudio: Es una herramienta perfecta para repasar antes de un examen o para obtener una visión general de un periodo histórico.
Conectar a los personajes con los eventos: Al ver todo junto, puedes entender qué papel jugó cada figura histórica y cómo sus acciones influyeron en los hechos.
Como hemos visto en clase, la historia puede llegar a ser abrumadora, demasiado complicada, pero si usamos líneas del tiempo, seguro que nos ayudará a "poder ver" lo que pasó con mayor claridad.
Os dejo la línea del tiempo que estamos haciendo en clase. Si os animáis, podéis intentar dibujar los personajes como por ejemplo Abderramán III y personalizarlos aún más.
Antes de la Edad Media, la Península Ibérica estaba dominada por los romanos. Para tener una idea de la organización del ejército romano te dejo este vídeo. En el año 476 el imperio romano de Occidente cae debido a las invasiones bárbaras. Es el fin de los romanos en la Península e iniciamos una nueva etapa. La Edad Media.
Isidoro de Sevilla (c. 560–636) fue un erudito y obispo visigodo, famoso por su obra "Etimologías", una enciclopedia que preservó el conocimiento clásico y medieval. Es famoso por su obra "Etimologías", una enciclopedia que recopiló el conocimiento de la antigüedad clásica y la temprana cristiandad, convirtiéndose en un texto fundamental durante siglos. Promovió la educación y la cultura, y jugó un papel clave en la conversión de los visigodos al catolicismo
Después de los Visigodos, vendrían los Musulmanes. En este vídeo te lo explico.
Emirato de Córdoba (756–929). Que se convirtió en el...
Califato de Córdoba (929–1031): Fue el centro del poder musulmán en Al-Ándalus. Con Abderramán III alcanzó su máximo esplendor cultural y político.
Reinos de Taifas (1031–1086): Pequeños reinos independientes tras la caída del Califato. Debilitados por luchas internas, facilitaron el avance cristiano.
Imperio Almorávide (1086–1147) y Imperio Almohade (1147–1232): Dinastías bereberes que unificaron Al-Ándalus y frenaron temporalmente el avance cristiano. Derrotados en batallas clave como Las Navas de Tolosa (1212).
Reino Nazarí de Granada (1238–1492): Último bastión musulmán en la península.
Cayó ante los Reyes Católicos en 1492, marcando el fin de la Reconquista.
Abderramán III (891–961) fue el primer califa de Córdoba y uno de los gobernantes más importantes de Al-Ándalus. En 929, se autoproclamó califa, estableciendo el Califato de Córdoba, un estado próspero y culturalmente avanzado. Bajo su reinado, Córdoba se convirtió en un centro de conocimiento, arte y tolerancia religiosa. Construyó el palacio de Medina Azahara, símbolo de su grandeza. Fue un hábil estratega militar y un gobernante visionario que llevó a Al-Ándalus a su máximo esplendor. Murió en 961, dejando un legado de poder y cultura.
Reino de Asturias (718–925): Primer núcleo de resistencia cristiana tras la invasión musulmana. Fundado por Pelayo tras la Batalla de Covadonga (722). Evolucionó hacia el Reino de León.
Reino de León (910–1230): Heredero del Reino de Asturias. Jugó un papel central en la expansión hacia el sur. Se unió definitivamente a Castilla en 1230.
Reino de Castilla (1065–1230/1479): Surgió como condado dependiente de León y se independizó.
Lideró gran parte de la Reconquista, especialmente bajo Fernando III. Se unió con Aragón en 1479, formando la base de la España moderna.
Reino de Navarra (824–1841): Pequeño pero estratégico, situado en los Pirineos. Jugó un papel clave en las alianzas entre cristianos y musulmanes.
Corona de Aragón (1137–1716): Formada por la unión del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona. Expandió su influencia hacia el Mediterráneo y participó activamente en la Reconquista.
Reino de Portugal (1139–1910): Surgió como condado dependiente de León y se independizó bajo Alfonso I. Completó su Reconquista en 1249 con la toma del Algarve.
Como os he contado, los conflictos existían en ambos bandos. Los musulmanes tenían muchos conflictos entre ellos (por ejemplos entre los reinos de Taifas), pero los cristianos no se quedaban atrás y la lista de conflictos es muy numerosa.
La sociedad feudal medieval en la península ibérica estaba organizada en tres estamentos principales: nobles, clero y campesinos. Los nobles eran la clase dominante, encargados de la defensa y el gobierno, con el rey en la cúspide y una estructura que incluía alta y baja nobleza. El clero, dividido en alto y bajo clero, controlaba la vida espiritual, la educación y gran parte de las tierras, jugando un papel clave en la Reconquista. Los campesinos, base económica de la sociedad, trabajaban la tierra y pagaban tributos, siendo en su mayoría siervos, aunque algunos eran libres.
La Reconquista influyó profundamente en esta estructura, con nobles y órdenes militares ganando tierras y privilegios. Además, la convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos añadió diversidad cultural, especialmente en zonas urbanas. Aunque predominaba el sistema feudal rural, el crecimiento de las ciudades y el surgimiento de una burguesía comercial marcaron el inicio de cambios sociales y económicos.
Hello
ReplyDeleteHi Simon, how are you??
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